La infidelidad es la causante de cientos de rupturas amorosas y sufrimientos, es un virus que afecta a muchas parejas y que sufren sus secuelas hasta muchos años después de su aparición. Al observar tantas historias de infidelidad, algunas en relaciones de noviazgo y otras en relaciones de matrimonio, surge la pregunta; ¿es posible ser fiel en una relación de amor?.
Muchos estudios han tratado de responder acerca de la dinámica de la infidelidad, sin embargo, se centran en las causas más comunes de la infidelidad sin lograr establecer un planteamiento oportuno que permita desinstalar la infidelidad y su posible aparición en una relación de pareja, por lo que abordar este tema es un reto dado incluso las múltiples variables inmersas, entre ellas hacemos referencia a los aspectos culturales, biológicos, afectivos y sexuales que entre otros suman en la instalación de la infidelidad.
Pero, ¿qué entendemos por infidelidad?
La infidelidad se entiende como irrespeto o incumplimiento a un compromiso expreso, definido y claro, por lo que todo aquello que te distancie, aleje y te lleve a violentar al compromiso debe ser intervenido de manera oportuna con el fin de proteger la relación.
Hace algunos años el tema de la infidelidad se asociaba a la vivencia de la masculinidad, se planteaba que solo los hombres eran infieles, sin embargo, en la evolución (o involución) de la sociedad las mujeres han empezado a empatarse con los hombres, por lo que para ciertos sectores de la población se convierte en un estilo de vida.
Tipos de infidelidad
Se reconocen desde la teoría dos manifestaciones de la infidelidad, la infidelidad Afectiva y la infidelidad Erótico-Sexual. La primera hace referencia a aquellos casos donde la persona infiel construye un vínculo afectivo con otra persona ajena a su pareja, no hay contacto genital, aunque si existe una gran descarga afectiva, mientras que la infidelidad erótico-sexual, puede centrarse en un vínculo genital sin existir necesariamente acercamiento afectivo.
Lo interesante del caso es que en una investigación realizada las personas expresaron que bajo el supuesto de necesitar escoger ser víctimas de infidelidad, escogerían que su pareja fuese infiel de manera genital y no de manera afectiva, lo que refleja la importancia que se le asigna al componente afectivo en una relación de pareja y ante todo de infidelidad.
¿Motivos o excusas?
Aunque algunos autores plantean que existen motivadores de conductas infieles, deseo comentar que mi planteamiento difiere al respecto, es decir, no hay nada que explique la motivación de una infidelidad, entendiendo como motivación, la idea de tener un motivo, pues en si mismo nada podría justificar esta conducta.
Generalmente las personas al cometer una infidelidad justifican su comportamiento en causas externas, lo que es una excelente estrategia para no asumir la propia responsabilidad, pues todo lo que puede ser mencionado como motivo para una infidelidad es simple y llanamente una manera de evadir mi parte en la ejecución del acto. Popularmente hay quienes expresan como motivos de la infidelidad, aspectos como monotonía, las múltiples ofertas sexuales, la pérdida de amor, el descuido de la apariencia de mi pareja, la presión de amistades, baja autoestima, crisis de pareja no resueltas, la falta de detalles y la falta de comunicación, son algunos de los aspectos que permiten visualizar que en sí mismo un comportamiento de infidelidad no puede ser justificado, porque cada una de estas variables pueden ser intervenidas para prevenir una infidelidad o bien pueden ser aspectos que expliquen el por qué finalizar una relación poco satisfactoria y ante todo terminarla antes de iniciar un nuevo vínculo, en este caso de infidelidad.
Ser fiel es un asunto de decisión…
Todos los días se debe tomar la decisión d
e ser fiel, entendiendo que primero soy fiel a mis propios valores, a mi palabra y a mi propio compromiso antes de ser a mi pareja, por lo que el día que usted no se decida a ser fiel posiblemente iniciará una dinámica de infidelidad.
Son muchas las distracciones y seducciones que se presentan en el día a día, por lo que se debe estar alerta ante el entorno y así atender el posible inicio de la infidelidad.
La infidelidad responde a una manera de vivir la propia sexualidad por lo que se debe analizar este comportamiento desde la propia historia personal.