Fui invitado a uno de los programas de televisión donde se desarrollan temas de discusión y se le permite a la audiencia enriquecer el tema con sus llamadas e intervenciones, cuando al recibir el siguiente aporte se escuchó un tono de voz agradable pero entrecortado, el cual sorprendió a todos; -mi pregunta es muy concisa, dijo; ¿por qué si decía que me amaba y que yo era lo mejor que le había pasado en su vida, por qué se fue con otra persona?, expresó una mujer que complementaba sus palabras con su llanto.
Algunos lectores ya pueden estar pensando en algún calificativo para el caballero a quien la mujer se refería, en nuestro país dicho sea de paso existen muchos, sin embargo, estos calificativos no nos permite entender las causas que fomentan este tipo de comportamiento, el cual a propósito es una de las conductas que social y moralmente son más repudiadas al no entender su dinámica a profundidad.
La infidelidad es multi-causal…
No podemos explicar la infidelidad a través de una única causa, pues su dinámica es compleja al tener relación con la propia sexualidad, entendiendo por sexualidad la manera de vivir y relacionarse con los demás, de sentir, expresarse y vivir el amor en el plano biológico, psicológico, social e incluso espiritual, lo que me lleva a plantear que no hay una única de manera de ser infiel sino más bien muchas formas de serlo como tantas manera de vivir la sexualidad existen; de ahí que cada caso se tenga que analizar de manera particular.
Factores de riesgo más comunes para un comportamiento infiel
Algunas investigaciones plantean que los factores que propician un comportamiento infiel operan diferente en hombres como en mujeres, sin embargo en este caso no haré diferencias en este sentido:
1. Reafirmación del ego: las conquistas amorosas para muchas personas son una buena estrategia para reforzar su valía personal, incluso hay quienes se sienten personas más atractivas, seductoras y hasta audaces aunque las consecuencias pueden ser lastimosamente dañinas a largo plazo, razón por la cual revisar constantemente nuestra autoestima es un aspecto que puede proteger ante la conducta infiel. Las personas con mayores carencias afectivas son quienes presentan mayor riesgo.
2. Sexualidad desintonizada: quienes han aprendido a vivir su sexualidad sin integrar lo genital con lo afectivo, producto de una deficiente educación social, en ocasiones tienden a establecer doble vínculo en sus relaciones de pareja, por un lado establecen un vínculo afectivo mientras que por el otro y con otra persona desarrollan un vínculo sexual que claro está no considera sus propios valores.
3. Deficiente manejo de la atracción: existen personas que ante una emoción intensa como la atracción no logran regularla por lo que propician el establecimiento de relaciones ocasionales basadas en aspectos meramente eróticos, razón por la cual deben fortalecer su inteligencia emocional para adueñarse de sus impulsos y emociones.
4. Capítulos inconclusos: cuantas son las parejas que aunque han finalizado formalmente su relación días, meses o incluso años después cuando se reencuentran y aunque formalmente tengan otra relación de pareja presentan un deseo de revivir los viejos momentos detonando una infidelidad. Este tipo de comportamiento es el reflejo de un cierre de relación donde las partes no han logrado procesar sanamente el término de la relación anterior.
5. Crisis de pareja: hay personas que al tener situaciones conflictivas en su relación de pareja tienden a compensar sus sentimientos desagradables estableciendo relaciones ocasionales a través de una infidelidad. Cabe mencionar que en el momento donde la relación de pareja se logra equilibrar generalmente la relación con la segunda persona (amante) llega a su final.
Ideas para evitar y prevenir la infidelidad (continue reading…)